Bienvenidos al mundo del conocimiento...!

Donde los hombres crean su propio conocimiento: en libertad, justicia e igualdad.

lunes, 10 de mayo de 2010

La especialidad en competencias docentes

A todos mis compañeros.

Nunca se acaba de aprender y entre más se sabe más dolores de cabeza. Es un dicho que me comentaba mi padre, me decía que si quería estar siempre activo; era necesario estar en estudio constante; si quería estar inactivo, entonces que me conformara con lo poco que me enseñaran, así nunca tendría dolores de cabeza y alguien pensaría por mí. A 46 años de mi vida estoy confirmando esta teoría, la cual se adapta a las necesidades de la sociedad actual; esta exige renovarse o morir estando vivo.

Debo lamentar la actuación de algunos de mis compañeros maestros y colegas de profesión, quienes teniendo el título correspondiente, actúan de manera neófita ante la realidad existente; andan incómodos y les ha sido imposible adaptarse a los nuevos cambios; es cierto que desde su trinchera son inteligentes; sin embargo, el tiempo los ha rebasado.

Combinar la experiencia con los adelantos científicos y tecnológicos, es algo de lo más maravilloso que me ha pasado en mi vida; siento que estoy en competencia con las exigencias del mundo moderno; reconozco la importancia de la informática y las nuevas técnicas de enseñanza. Esta desatado el talento que existe y que permanecía prisionero; es cierto que me causa confusión y dolor de cabeza, tanto que hasta llego a la confusión. Hay algo que se niega a cambiar y sin embargo se tiene que dar el siguiente paso.

Facundo Cabral dice en una de sus filosofías populares: nunca te debes sentir viejo y si algún día lo sientes, busca en la historia a los hombres que después de los 80 años escribían libros, interpretaban canciones e inclusive amaban plenamente.

De lo anecdótico les comparto la forma de calificar: auto-evaluación, cohe-valuación y hetero-evaluación; una democracia perfecta para la evaluación; da paso a lo primordial: el conocimiento. El vicio donde el profesor era el único calificador, se va al desván; ahora el maestro debe aprender con sus alumnos, como una forma de convivencia con la ciencia y la tecnología.

La escuela, es solo un espacio donde se hace ciencia, donde se expone el conocimiento, pronto llegara el día en que solo podrán asistir quienes amen verdaderamente la investigación; los maestros todopoderosos habrán desaparecer, para convertirse en mortales que caminan como buscando, como aprendiendo.

Enseñar en libertad, dignidad y verdad es el legado que llevo presente, el alumno es un ser pensante, es alguien que necesita ser atendido para que pueda caminar sin ser humillado y mucho menos manipulado. Con este nuevo enfoque entramos a la sociedad del conocimiento, la que da la oportunidad de ser iguales; donde el poder económico es desterrado y se administra para el bien de todos.

La nueva forma de enseñar y aprender esta en camino, eso ni el conservador y el corrupto habrán de detenerlo. Que se tenga presente.

¡Me queda la duda si el gobierno, los sindicatos, la religión y la sociedad en su conjunto, podrán caminar al mismo ritmo de los maestros que han decidido cambiar!, de lo contrario se dará inicio a un reformismo que lucha contra el oscurantismo.

Seguimos en camino, muchas felicidades a todos.

sábado, 20 de marzo de 2010

Una gran riqueza

¡Ciudadanos libres, una gran riqueza!

Juan A. Durán Sánchez. 20 de marzo de 2010.

Ser ciudadanos de un pueblo, nos hace libres; pasamos de ser villanos a ser hombres de acción y trabajo. Los “Ciudadanos” dicen las leyes del rey Alfonso el Sabio, a quienes el monarca debe “amar y honrar… porque ellos son como tesoros y raíz de los reinos. Un proverbio de la edad media dice que “el aire de la ciudad nos hace libres”. La ciudad es la manifestación de libertad, una forma de escapar de la servidumbre del sistema feudal.

Ahora vivimos en el siglo XXI, donde la globalización se ha aprovechado de la crisis del capitalismo; en su nombre se empobrece a los países explotados y se tiene al gran culpable que es el pueblo trabajador; ahora se le mide con el rasero del empresario y del estado, donde lo exigible es la productividad. Se dice que el empleo existe solo para aquellos que están capacitados, para los que se muestran disciplinados y están dispuestos a aceptar sin protestar todo lo que provenga de la mano del dador. La mente libre es innecesaria, los revoltosos y luchadores sociales son obsoletos pues atentan contra las buenas costumbres e incluso amenazan con destruir las cosas como están.

Ahora los partidos políticos –izquierda, centro y derecha-, son los únicos que tienen el poder para negociar en manos de quien estará el nuevo poder político; con una sola condición: jamás atreverse a atentar contra el poder económico, representado por comerciantes, industriales y banqueros; fuera de eso pueden hacer lo que quieran: combatir la delincuencia, ser cómplices de pederastas, aumentar impuestos, modificar leyes, aparentar dar servicio medico y educativo al pueblo, libertad de culto y reprimir los movimientos sociales y sindicales. Los aliados serán las televisoras, publicaciones y todo aquel que quiera vivir de la miseria del pueblo. Se esta en la umbrelas del nuevo orden económico y se a pasado de ser libres en la ciudad a ser esclavos del nuevo feudalismo llamado ahora imperialismo.

A finales de la edad media, llegar a la ciudad era sinónimo de libertad, donde se podía ser ciudadano por participar con su fuerza de trabajo: intelectual o física; la clase social burguesa procuraba la llegada de hombres del campo, así contaba con mano de obra y sus negocios crecían, era el tiempo en que cuidar a los ciudadanos significaba gran riqueza. Con la llegada de la revolución industrial, el incipiente burgués, encontró un aliado para explotar el trabajo de los ciudadanos, que pronto se llamarían obreros; explotar a los hombres era bueno ya entonces, pero como faltaban más trabajadores, se hizo necesario explotar el trabajo de las mujeres y los niños; el método para lograrlo fue bajar los salarios, de tal forma que ahora tenia que trabajar más de uno para poder alimentarse. Los trabajadores que habían abandonado el campo, donde el señor feudal los explotaba bajo el cobijo del monarca, ahora tenían a un nuevo explotador llamado burgués, bajo el cuidado del nuevo estado democrático; que se había formado con gente del mismo pueblo, pero ahora con la encomienda de proteger a los nuevos amos.

El obrero que tiene como único sustento su fuerza de trabajo se convierte en una mercancía que se puede comprar o vender a gusto de quienes poseen la riqueza: el estado y la burguesía. Ser ciudadano de un pueblo, sigue siendo una gran riqueza en beneficio del poder económico; donde todos hacemos la gran tarea de trabajar para el gran capital y quien se desalinee, tiene dos alternativas: morir de hambre o morir con sus ideales. Hoy la situación muestra el futuro de las ciudades, donde existe tanta mano de obra y tan bajos salarios que ahora e debe bendecir a quienes explotan, roban y maltratan; se debe a que son los que gobierna a través de cómplices que nacidos del mismo pueblo se postran de rodillas para hacer las buenas obras.

Ahora ya no hay ni izquierda, derecha o centro, solo existe el poder y los trabajadores, donde unos y otros deben cumplir bien su trabajo o uno de los dos tienden a desaparecer. Los intelectuales siguen clamando las verdades que les permite el renacimiento; caen en el vacio porque los oídos y razones se han bloqueado por la esperanza de un nuevo reino perteneciente a otros mundos; aquí solo es sufrimiento y aceptación de condiciones; el lugar para lo intelectual y razonamiento ha quedado rebasado; quien anhele el poder lo puede alcanzar porque ahora todo es posible mientras se adore el becerro de oro que tanto milagro ha hecho a los pueblos obedientes.

Las tristezas de los acontecimientos son cantadas por los poetas en harapos del mundo indígena derrotado una vez más:

¿A dónde iremos ahora, amigos míos?

El humo se levanta, la niebla se extiende.

Llorad mis amigos.

Las aguas están rojas.

Llorad, oh, llorad, pues hemos perdido la nación Azteca.

El tiempo del quinto sol se ha terminado. Lo que el burgués había admirado ahora lo destruye, ¿Quién le dará de comer después?, si todo ya lo ha destruido. Solo sus palacios siguen de pie, las ruinas del basto reino se sepulta dentro del sepulcro.

miércoles, 17 de febrero de 2010

La mala evaluación:

Hola a todos.
Por la misma situación que se presenta en nuestros planteles, procuro hacer la autoevaluación una vez por mes, con el fin de evitar la pérdida de tiempo; me queda más tiempo para practicar con mis alumnos. Trabajo mucho con ellos en la materia que les imparto y dejo que la evaluación sea un complemento; le darle mayor espacio al trabajo en el aula, que ocupar el aula para estar calificando.
La autoevaluación sigue siendo un complemento y nosotros como facilitadores, como guías del conocimiento, debemos asumir ese papel; por lo tanto considero que se le debe dedicar más tiempo al proceso de enseñanza aprendizaje que a la evaluación. Es preferible el trabajo arduo en el aula, que mortificar al alumno con tantas evaluaciones; de tal manera que el joven se siente abrumado con tanta evaluación, lo que los orilla a estudiar para la evaluación y no para el aprendizaje. Aprender es el verdadero motivo de la educación y por lo tanto se debe evitar destruirla con la evaluación tradicional que tantos problemas psicológicos le provoca al alumnado y solo provoca injusticias en sus integrantes: el docente y el alumno.
Te cuento que en una ocasión un maestro les pidió a sus alumnos que dibujaran el jardín de su casa; les dijo que lo hicieran lo mejor posible porque de eso dependía que aprobaran la materia. Llegado el día, los alumnos entregaron el trabajo, los evaluaron de acuerdo al criterio del maestro y aunque algunos estuvieron molestos por la nota final; hubo uno que además de reprobarlo, lo exhibió ante sus compañeros, le dijo más o menos lo siguiente: se necesita ser tan burro para entregar esta porquería de trabajo, quien ignora que las flores tienen un color tan bello, que el pasto es una alfombra colorida en los jardines y por si fuera poco, la mayor de las burradas es pintar un cielo obscuro, cuando es azul como el galardón de nuestra vida. Por eso y por tantas tonterías, no tan solo esta reprobado en esta materia, también voy a pedir que te manden al psicólogo por la demostración ridícula que acabas de presentar. Una vez que el maestro termino, sus compañeros se mofaron de el, le dio tanta pena, que hasta el día de hoy es incapaz de dibujar lo más sencillo. Que opinan, si al final el joven lo único que hizo mal fue dibujar su jardín en la obscuridad de la noche y a el le había parecido algo maravilloso hacerlo de esa manera; sin embargo a su maestro le pareció una babosada.
Por eso que viva la autoevaluación de los jóvenes, para evitar que los docentes nos equivoquemos y frustremos a los alumnos en sus objetivos.
Saludos a todos, seguimos en camino.